Las Capillas de Paso eran espacios de breve recogimiento que antiguamente se encontraban en medio del camino para que el peregrino tuviese un momento consigo mismo y con la Divinidad. Por la manera en que estaban construidas y la ubicación, su paso era obligado para continuar el camino. En Turgua, zona rural de El Hatillo, Caracas-Venezuela, el escultor Javier Level ha construido su propia Capilla de Paso, siendo esta Capilla el paso obligado entre su Taller de Esculturas y su propia casa. También se constituye el paso obligado entre la Cúpula Pecaya, suerte de útero telúrico y el Jardín Rosa Lunar, espacio de rituales y meditaciones. El paso entre lo oculto y lo visible, el inframundo y el supramundo, el paso de la transmutación. Esta Capilla esta construida enteramente con botellas de vidrio y en su interior alberga diversas esculturas de su autoría, entre las que se cuenta, una representación en yeso de la Virgen María Auxiliadora. En el piso ha diseñado un laberinto el cual puede ser recorrido con la mano y justo al centro de ese laberinto, desde el techo cuelga un cristal de cuarzo transparente.
